En este libro hay veinte lecciones, cada una de ellas relatada desde el punto de vista del mago. Al comienzo de cada lección hay algunos aforismos, trozos condensados de sabiduría del mago, que ayudan a trascender la realidad ordinaria. Léalos e interiorícelos. No espere un resultado, sólo viva la experiencia.

No se esfuerce.
Esforzarse es como luchar por salir de la arena movediza — sólo sirve para hundirse más. El mago interior desea hablar, y eso es algo que nos sucede a todos. Pero para hacerlo necesita la oportunidad, el espacio.

Al igual que los Koan del Zen, los aforismos proporcionan ese espacio porque
modifican el punto de vista, lo cual a su vez puede desencadenar el cambio de la realidad personal. Es necesario traer la voz del mago a la vida cotidiana.

Ya cité la primera frase de la primera lección: Hay un
mago dentro de cada uno de nosotros — un mago que lo ve y lo sabe todo. El resto de la lección dice así: El mago está más allá de los contrarios de luz y oscuridad, bien y mal, placer y dolor Todo lo que el mago ve tiene sus raíces en el mundo invisible. La naturaleza refleja los estados de ánimo del mago.

El cuerpo y la mente podrán dormir
pero el mago vela permanentemente. El mago posee el secreto de la inmortalidad. Estas palabras habrán cumplido su propósito si producen en nosotros una ligera sacudida, la emoción de un reconocimiento. En realidad es emocionante descubrir que no somos seres limitados, sino hijos de lo milagroso.

Ésa es la verdad, la realidad profunda acerca de cada uno de nosotros que ha vivido eclipsada
demasiado tiempo. He recopilado cerca de cien de esos dichos, ilustrados con historias del mundo de Merlín y Arturo. No son fragmentos de las leyendas antiguas, sino parábolas que he enmarcado en esa época. A veces la historia ilustrativa parece no concordar exactamente con los aforismos o con la lógica perfecta.

Lo he hecho
deliberadamente, porque la mente lineal, con su necesidad de crear orden, no es la única que lo ha de acompañar en su viaje por el sendero del mago. Deberá andar ese camino de la mano de la imaginación, la esperanza, la creatividad y el amor. En pocas palabras, el sendero del mago es el camino del espíritu.

Pero la espiritualidad no se opone a la
racionalidad; es el marco más grande dentro del cual encaja la razón, como una de muchas otras piezas. Para dirigirme a la mente lineal he incluido una sección denominada

“Para comprender la lección”, la cual sustenta
los aforismos y las historias. Por último viene la sección titulada “Para vivir la lección”, la cual nos ayuda a abrimos para que la sabiduría del mago penetre en nuestra propia experiencia.

“Para vivir la lección” es la parte activa de este aprendizaje. Mis sugerencias son apenas un punto de partida, formas de encender la iniciativa de cada uno. En últimas, será nuestra propia comprensión la que cambiará nuestra realidad.

En “Para vivir la lección” hay algunos ejercicios que podrían parecer pasivos, porque la
mayoría son experimentos del pensamiento. ¿Qué es un experimento del pensamiento? Es una forma de llevar la mente a nuevos lugares, de hacerla ver las cosas de manera diferente.

Los magos sabían algo profundo e importante — que si deseamos cambiar el
mundo, es preciso cambiar nuestra actitud hacia él. Einstein se reclinó una vez en un sofá, cerró los ojos y vio a un hombre que viajaba a la velocidad de la luz.

Sin descartar esa curiosa imagen, comenzó a realizar varios
experimentos de pensamiento, aparentemente simples elucubraciones. Sin embargo, pocos años después, las actitudes de todo el mundo científico se transformarían cuando la naturaleza misma confirmara las visiones trascendentales de Einstein. Si una fantasía en un sofá puede alterar el mundo, es porque los experimentos del pensamiento encierran un poder incalculable.

Nada se aprende realmente hasta que se vive. Una vez que la razón, la experiencia y el
espíritu se unen, se abre el sendero del mago y todo está dispuesto para la alquimia. La sabiduría que llevamos dentro es como una chispa que, una vez encendida, no se extingue jamás. Para reunir esos elementos, se puede utilizar el siguiente método:

1. Siéntese en silencio durante unos momentos antes de iniciar la lectura de una lección.


2. Lea los aforismos y después tómese unos minutos para interiorizarlos. Léalos cuantas veces desee.
Deje un espacio para sus propias reacciones e ideas, que suelen ser las cosas más valiosas que puede recibir.

3. Continúe leyendo el resto de la lección: la historia de Merlín y Arturo, la sección titulada “Para
comprender la lección”, y la titulada “Para vivir la lección”.

4. Si en la última sección hay un ejercicio práctico — la mayoría de las veces es así — tómese unos
minutos para hacerlo.

Es conveniente repetirlo durante el día para vivir toda la experiencia.
Lea nuevamente cada lección tan a menudo como lo desee, una o más veces; destine un día o una semana para vivirla. En este proceso no hay cronogramas.

Mi único consejo es vivir la lección por lo menos durante un
día, en lugar de tratar de absorber demasiadas lecciones a la vez. En este proceso no hay cronogramas. Mi único consejo es vivir la lección por lo menos durante un día, en lugar de tratar de absorber demasiadas lecciones a la vez.

0 Comments:

Post a Comment