Aprender a Percibir y a Sentir no es una tarea fácil ni una tarea difícil. Tomará su tiempo como todo en la Magia mas es un buen modo de comenzar a recorrer este emocionante sendero. Obligado a dar alguna técnica o consejo recomendaría realizar ejercicios de Contemplación y de Meditación; aprovecho para mencionar aquí la importancia de llevar un diario: Todo Mago debe llevar un diario mágico donde vaya registrando su progreso y cualquier acontecimiento relativo a su trabajo espiritual; además resulta de interés agendar ciertas corazonadas y/o pensamientos que resulten, por decirlo de algún modo, extraños o sorpresivos.

A modo de práctica, puede quedarse uno simplemente observando, contemplado, algún objeto animado o inanimado. Preguntarse que se siente ser este objeto, sentir su movimiento o su quietud, su textura, meterse dentro del objeto, cambiar la atención totalmente al objeto. Todo esto, incluso, si así lo desea, sin tocar el objeto o mejor aún acariciarlo o tocarlo mentalmente o hablarle mentalmente o intentar sentir que es lo que piensa o siente. Quizás hasta note mientras hace esto sobre animales o personas un comportamiento extraño de su parte, quizás los note intranquilos: Esto es normal pues está conectando con ellos (y muy a menudo es el principio de una operación Mágica).

Sobre ejercicios de meditación una podría decir mucho y aún así ser insuficiente. Estoy plenamente convencido que en meditación no hay una técnica ideal. Son interesantes los ejercicios relacionados con las cadenas de pensamientos: Retener un pensamiento y no dejarnos influir por ningún otro, observar el tren de pensamientos sin engancharnos con ninguno, intentar no tener ningún pensamiento dedicando nuestra atención simplemente a sentir.

Aprender a Sentir y Percibir el universo tiene sus trucos que no pueden ser explicados y que deberá aprender con el tiempo y la práctica. Una vez que lo logre se volverá mucho más sensitivo, no solo estará transitando el terreno de los misterios sino que aprenderá a disfrutar y conocer este mundo físico nuestro y el universo espiritual al que pertenecemos.